Caracterización del territorio

La zona PDET del Norte del Cauca y el Alto Patía es la zona priorizada conformada por un mayor número de municipios (24). Se caracteriza por su diversidad étnica y cultural, 33% indígenas y 16% afrodescendientes (PART, 2018). Esto ha decantado en conflictos de carácter multiculturalista entre las comunidades, incluyendo a  los campesinos. Asimismo, es un territorio en su mayoría rural (64%). Se trata de una zona predominantemente agrícola, el 50% de la población se dedica a la actividad agropecuaria, el 35% a los servicios, el 14% a la industria y el 1% a la minería (RIMISP, 2019). También se caracteriza por ser una zona con muchos conflictos en cuanto a la propiedad y el uso del suelo, por la presencia de cultivos de drogas ilícitas, de actores armados y de minería ilegal. A pesar de lo anterior, el norte del Cauca es un territorio en el que se mantienen elevadas expectativas sobre la paz territorial, pues cuenta con procesos organizativos territoriales clave en el desarrollo de las dinámicas políticas y sociales de la región, así como la planeación y ejecución de los PDET.

Bajo este panorama, el territorio priorizado también se destaca por sus altos niveles de pobreza y desigualdad. La población en condición de miseria es del 32%, la tasa de analfabetismo es del 21,3% y, en cuanto al coeficiente de Gini, este se ubica en un 0.504% para 2017, mejorando esta cifra en comparación con la obtenida en años anteriores. El departamento del Cauca reporta un 56,4% de Necesidades Básicas Insatisfechas, más de la mitad por debajo del promedio nacional; la tasa de cobertura de acueducto y alcantarillado es del 66%, de telefonía del 23,7% y de energía del 80,7% (PNUD, 2014). El 79,2% de los municipios de la subregión tienen un Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) mayor al resultado nacional (45,7%). Además, la distribución del IPM ajustado refleja las desigualdades entre municipios de la misma subregión, con variaciones entre 65,3% en Caldono, Cauca y 26,9% en Pradera, Valle del Cauca (RIMISP, 2019).

Por otro lado, actualmente diversos grupos armados se han reconfigurado. Se presenta actividad del ELN, de disidencias de las FARC, del EPL y grupos de origen paramilitar como las Águilas Negras, las AUC y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, que amenazan a la población y las posibilidades de construir paz territorial. Aún cuando las comunidades se han opuesto firmemente a la presencia de actores armados, la zona ha sido apetecida por estos grupos debido a que provee facilidades y seguridad para realizar desplazamientos hacia la Costa Pacífica y se configura como un corredor estratégico para las rutas del narcotráfico. Su riqueza natural y el abandono estatal son factores que lo convierten en un territorio propicio para producir rentas ilícitas a partir de la minería y la siembra de cultivos ilícitos. Esta zona es la segunda con más asesinatos de excombatientes, registrando 14 asesinados, 11 de ellos en los municipios PDET priorizados.