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Cultivos ilícitos y narcotráfico

La ubicación  fronteriza del departamento de Arauca lo ha hecho importante estratégicamente para los distintos grupos armados, dado su potencial como territorio productor y corredor de coca hacia el exterior, frontera con Venezuela. En el año 2000 fue la primera vez que los cultivos de coca fueron detectados, con una cifra cercana a las 1,000 ha y una destacada pureza de cerca del 99%, desde entonces la cantidad de hectáreas sembradas con coca ha fluctuado. Aumentó a más de 2,000 ha en 2001 y 2002. En 2003, la aspersión aérea llegó a 12,000 ha y el cultivo de coca disminuyó a 500 ha en diciembre del mismo año. Sin embargo, aumentó nuevamente a casi 1,600 ha en 2004, a pesar de la aspersión aérea de 5,300 ha. Sin embargo, a partir del 2007 es considerable el decrecimiento que empiezan a presentar las hectáreas cultivadas con coca.

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Lo anterior, no corresponde a un único factor decisivo, se trata de un cúmulo de estrategias que se han desarrollado y articulado como la intensificación en los programas de aspersión aérea con glifosato y fumigación localizada con el uso de tecnología de orugas y drones,  sustitución de cultivos voluntaria y oferta institucional que permitió emprender iniciativas productivas legales y nuevas formas de generación de ingresos que dieron alternativas a los cultivadores para disminuir las hectáreas cultivadas y evitar la resiembra.

 

En Marzo del año 2018 el departamento de Arauca, consiguió una primera certificación de Naciones Unidas como un caso de éxito en la sustitución voluntaria y para ese primer semestre del año fue declarado como un territorio libre de coca. Son muchos los retos que quedan por delante al ser un departamento fronterizo con Venezuela  y enfrentar también el fenómeno del contrabando. Pero, la ausencia de cultivos ilícitos es una oportunidad para consolidar un campo sostenible con paz y desarrolló.

 

Ahora, los campesinos le apuestan a otro tipo de productos como el plátano, cacao, aceites esenciales y queseras. Este es el caso de las asociaciones cacaoteras con programas de desarrollo alternativo, COOPCACAO y COMPROCAR, las cuales están produciendo cacao orgánico de exportación y en septiembre del 2017 exportaron cerca de veinticinco toneladas hacia Malasia con el apoyo la Oficina del Alto Consejero para el Posconflicto, la Federación Nacional de Cacaoteros, la Gobernación de Arauca, Procolombia y UNODC.

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Fuente: Transformaciones socioeconómicas para construir la paz territorial. Avances y retos de la implementación del acuerdo de paz en Colombia. FESCOL.

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