Semillero de investigación, Departamento de Ciencia PolÃtica
Historia del conflicto armado
El conflicto armado ha estado presente en esta subregión desde su inicio. Durante la época conocida como La Violencia, hubo una migración de personas desplazadas de la zona andina que luego se intensificó con el surgimiento del grupo armado de las FARC-EP en el Tolima. Este proceso fue más fuerte en Guaviare; sin embargo, en algunos municipios del sur del Meta este fenómeno migratorio dio origen a grandes asentamientos poblacionales que hacia la década de los ochentas y noventas se convertirían en municipios. A lo largo de este periodo, los frentes de las FARC-EP consolidaron su poder en esta región y fue uno de las zonas más afectadas por el conflicto armado. Los frentes que estuvieron presentes fueron el Frente 1 “Armando Ríos” en Guaviare (el cual se denominó la primera disidencia desde la firma del Acuerdo de paz). Otros de los frentes fueron el Frente 7, Frente 16, Frente 26, Frente 27, Frente 31, Frente 40, Frente 43, Frente 44 y Frente 53. Estos frentes operaban en lo que se conocía como el Bloque Sur; los actos que realizaron fueron extorsiones, secuestros, enfrentamientos, reclutamiento forzado, entre otras. Así mismo, en esta subregión los frentes hicieron parte de la bonanza de los cultivos ilícitos; pues era uno de las economías ilegales que financiaban este grupo armado (Pares, 2018).
Indicadores de violencia actuales
Los indicadores de violencia que dejó el conflicto armado en esta subregión son: 23,509 personas víctimas de desplazamiento forzado y alrededor de 1,114 víctimas de minas antipersona (Renovación del Territorio, Presidencia de la República, 2019, p. 7). En cuanto a los indicadores de violencia de la subregión Macarena-Guaviare se pueden comprender a partir de la presencia de disidencias de las FARC-EP. En Guaviare se encuentran las disidencias del Frente 1 y Frente 7 (Ver Imagen 4: Grupos armados ilegales en Guaviare), las cuales se declararon como tal antes de la firma del Acuerdo de Paz. Estas disidencias son lideradas por alias “El Mocho”, alias “Iván Mordisco” y alias “Gentil Duarte”, quienes tienen como objetivo controlar el territorio y mantener el negocio del narcotráfico. Al igual que durante el conflicto, se extorsiona a los campesinos a cambio de seguridad (Pares, 2018).
Por otro lado, y de acuerdo con el Informe de Cómo va la paz (Pares, 2018), hay una crisis en el proceso de reincorporación de los excombatientes; lo anterior, en la medida en que en los dos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) había 700 excombatientes, de los cuales quedan aproximadamente 300. Así mismo, han aumentado indicadores de violencia como el homicidio (ver Tabla 3 “Tasa de homicidios en municipios PDET durante el 2016”) y los robos por cuenta de la delincuencia común (Pares, 2018). Al igual que en Guaviare, en Meta hay disidencias de las FARC-EP, principalmente alias “Gentil Duarte” opera en este departamento. Especialmente, el sur del departamento en municipios como Puerto Rico, Vista Hermosa, Puerto Lleras y Mesetas está alias “Rodrigo Cadete”, quien tomó control de las zonas rurales de estos municipios. En relación con el asesinato de líderes sociales, estos casos se han presentado cerca a las zonas de sustitución de cultivos; como es el caso de María Magdalena Cruz Rojas en Mapiripán, Meta (Agencia EFE, 2018). De acuerdo con la Misión de Observación Electoral (MOE), en esta subregión PDET se presentaron en total tres víctimas líderes comunales y tres líderes sociales (ver Imagen 5: Municipios con víctimas de violencia) En este mismo municipio sucedió una masacre en el 2018 (Redacción nacional, 2018). Por otro lado, a pesar de que no constituye un indicador de violencia, el aumento de la deforestación en esta subregión representa un problema desde el fin del conflicto armado pues las disidencias de las FARC-EP promueven este tipo de prácticas entre los campesinos.